¿Quién fue Elena Larrea?
Nacida el de junio de 1988 Elena Larrea Zepeda Carranza más conocida por todos sus seguidores fue Elena Larrea fue una activista y modelo mexicana que se desempeñó como defensora de los derechos de los animales. Y como parte de su activismo para cambiar el mundo de estos seres vivos fundó Cuacolandia, un refugio para equinos maltratados.
Desde niña, Elena nos relata en una entrevista que sentía una gran conexión con los caballos, y que la primera vez que monto a uno fue a los diez años, más tarde su amor por esta especie la haría practicar un deporte relacionado el cual sería la equitación, a la edad de catorce años ya se había convertido en una jinete experta, lo que la llevó a ganar un concurso nacional en dicho deporte.
Sin embargo, bajo su propio pensamiento, Elena comenzó a cuestionarse sobre la vida que llevaban estos seres durante del desarrollo de este deporte, y que simplemente no eran sus compañeros, sino que eran como “esclavos” ya que solo salían de sus corrales para competir, pero no vivían libremente.
Elena se dirigio más hacia un camino dedicado a la recreación de estos animales, reconociéndolos más como seres vivos y no como simples herramientas de empleo para el desarrollo de actividades humanas.
Los inicios de la activista
Su activismo da inicios con la apertura de un albergue que inauguró con uno de sus amigos, el cual era para perros y gatos callejeros en la Ciudad de México, y solo eso, pues públicamente también declararía sus ideales en contra de la cacería ilegal en todo el mundo. La lucha de Elena tomó más sentido para ella cuando redirigió su enfoque, pues sin dejar de lado la lucha por lo derechos de los animales, notó que la mayoría solo protegían a los animales domésticos, dejando de lado a los animales salvajes. Elena se centro en especial en los caballos, pues estos seres eran de los que más padecían maltrato animal, al jalar carretas y hacer trabajos pesados donde eran explotados, esto le dio impulso a un cambio que vendría mas adelante.
El origen de Cuacolandia
En 2017 junto a su amiga y socia Toni Camil fundaron un rancho para equipos llamado Cuacolandia ubicado en Atlixco en estado de Puebla. El principal objetivo de este nuevo refugio era rescatar y rehabilitar a animales como caballos, mulas, yeguas, ponis y burros. Cuacolandia se convirtió en el primer refugio de su tipo en México. Desde entonces han estado ayudando a todos los equinos que están en sus manos y a su alcance, en 2023 Elena declaró para Infobae que: desde 2019 Cuacolandia ya había rescatado a 312 caballos de maltrato y abandono, y que desde pequeña sentía gran amor por dicha especie, como muestra de su cario y afecto, cuando se le dio la oportunidad decidió abrir el santuario Cuacolandia.
Tras la pandemia que azotó al mundo, Elena tuvo dificultades económicas para poder mantener su santuario, lo que la llevo a tomar la decisión de abrir una cuenta en la plataforma de OnlyFans, y de ahí obtener los suficientes ingresos para no desamparar a todo su santuario. Pero el camino no fue sencillo pues, su labor llamó la atención de todos incluyendo grupos que le criticaron por la forma de obtención de ingresos y algunos que le amenazaron de muerte si seguía con sus actividades, esto no la detuvo Elena continuó con su labor que tomó más y más fuerza.
Ley Elena
Durante su lucha por los derechos de los animales, se le dio impulso al movimiento en contra de la violencia de genero pues también se le sumo que dicha violencia no distingue entre especies, pues una potranca fue víctima de abuso físico y sexual en el estado de Puebla, lo que alertó a la comunidad, después de rescatar a la potranca, Larrea junto con el movimiento logró que se tipificara a la zoofilia como un delito, también a la explotación y maltrato de los animales. Se la llamo “Ley Elena” a este conjunto de leyes.
¿Cómo fallecio Elena Larrea?
Lamentablemente el 19 de marzo de 2024 Elena falleció a la edad de 35 años, en Atlixco Puebla, por privacidad la familia de la activista no compartió detalles sobre su muerte. Elena dejo un legado marcado para nuestra sociedad, pues su manto ahora respalda a los animales indefensos de la sobre explotación y que estos lleven una vida buena lejos de que sean usados como herramientas, siendo víctimas del abuso humano.